Ayer, bueno, no ayer.. pero quiero recordarlo así, estuve muy cerca de mi crush... no supe como comportarme... me vuelve loca... pero me mata de iras al mismo tiempo. Me gusta físicamente... es atlético, de mi estatura, su piel tiene un tinte rojizo muy sutil, el balance perfecto... su voz.. su voz es potente al igual que sus palabras.. tiene mando de líder.. es confiado, seguro, divertido, ameno, alegre, el alma de la fiesta... bueno tal vez lo haya idealizado un poco.. vamos.. todos lo hemos hecho alguna vez... no obstante es explosivo... colérico, rudo, intolerante a la frustración, impaciente e impulsivo... Todos los ingredientes para una buena violencia de género. bueno, la cena está servida.
Y ese es precisamente el problema.. no puedo ignorarlo... me encuentro siempre su mirada... lo intento evadir pero desgraciadamente lo tengo que ver todos los días... solo en vacaciones puedo tomar un respiro. De hecho, pensé que lo había superado.. que finalmente volvía a recobrar mi sanidad. Que mis pensamientos ya no se trataban de él sino de mí y mis cosas. Pero no... bastó con me dirigiera la palabra aunque solo para preguntarme algo insignificante para embobarme de nuevo. Y lo peor de todo... creo que me aprecia como un hermano.. pero uno distante.. me confunde... quiero borrar esto... ya no lo soporto.. creo que me volveré loco... aún más...